Un juego de azar tradicional en muchas localidades castellanoleonesas, tiene en Nava del Rey su continuidad.
Y EN SEMANA SANTA ...LLEGAN LAS "CARAS"
"Los soldados... cogieron su
ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era
una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
«No la rasguemos, sino echémosla a suertes, a ver a quién le toca». Así se
cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica».
Esto hicieron los soldados."
Evangelio
según san Juan 19, 23 - 24
"SED TENGO" Gregorio Fernández |
Este pasaje relatado
por los evangelistas es matizado por Juan, que hace hincapié al modo
y manera de como sucedieron los hechos. Este motivo, sin embargo, no ha tenido
una producción excesiva en la imaginería semanasantera, a lo sumo a imágenes
de relleno en pasos de mayor enjundia (véase Sed Tengo, Gregorio Fernández
-Museo Nacional de Escultura de Valladolid-) pero si que enraizó en la cultura
popular que rodea la Semana Santa.
El
"sorteo" que los soldados hicieron de las ropas de Jesús fue el
germen del hoy popular Juego de las Chapas o "Las Caras" como
también se le conoce.
Un juego de suerte que
recreaba con el lanzamiento de dos monedas al aire en búsqueda de la ansiada coincidencia
de efigies, caras o cruces (flores, si la moneda acuñaba el lis) y que se
instauró como celebración tradicional del pueblo llano que veía en este juego
un acto lúdico con el que liberarse de los recogimientos y penitencias de la
larga cuaresma.
En Valladolid y su
provincia esta tradición se asentó considerablemente, asi como en otros
territorios muy marcados por las celebraciones de Semana Santa, pero el
transcurrir de los años ha hecho que en muchos de ellos se haya perdido. Las
prohibiciones a que estuvo sometido, hasta 1992 no se hizo
"legal" , supuso la desaparición de muchos de los "corros"
aunque los mas atrevidos continuaron en la clandestinidad. Hay que recordar que
es un juego donde se apuesta dinero y que en sus inicios se hacía en la calle
lo que propiciaba en ocasiones alteraciones del orden público incluso peleas.
El sayón lanza las monedas |
Así la Junta de
Castilla publicó en el Boletín Oficial (Bocyl) del 23 de enero de 2002 el
Reglamento que regula el actual Juego de las Chapas, en el
que, entre otras consideraciones, "obliga a mantener obligatoriamente
el orden; a su celebración en locales públicos y bares previa solicitud de
autorización y pago de una tasa; a jugar cantidades moderadas y admitir
únicamente dinero en efectivo, nunca muebles, inmuebles ni animales, para
evitar la ruina patrimonial; en el caso de que sea un lugar al aire libre, este
debe estar situado a más de 100 metros de un centro educativo; deben estar
disponibles por triplicado hojas de reclamaciones para los jugadores del corro;
los días autorizados están restringidos al Jueves, Viernes y Sábado Santo de la
Semana Santa, concediendo licencias especiales en algunas festividades
patronales de localidades donde el Juego de las Chapas es una actividad
tradicional."
LA DINÁMICA DEL
JUEGO
Como ya mencionábamos antes el juego consiste en
tirar dos monedas con distinto dibujo en cada cara al aire buscando la mayor
verticalidad posible en el lanzamiento. Del resultado de la parte que queda
visible al reposar en el suelo, estará la ganancia o la perdida.
Según las investigaciones pertinentes, estas
monedas vienen siendo dos monedas de cobre de la época de Alfonso XII en cuyo envés
y revés llevan acuñadas la cara del monarca y la flor de Lis, estas últimas también
denominadas cruces en algunas zonas.
El "Baratero" coordina el corro formado
por los apostantes así como el orden de las apuestas. Igualmente se encarga de
repartir las ganancias recibiendo un porcentaje del dinero apostado.
Los jugadores declaran sus apuestas verbalmente y depositan el dinero en suelo como muestra
que aceptan las "normas" y las monedas utilizadas en el juego. Hay un
jugador que ejerce de banca y que compite contra en resto del corro que cubre
su apuesta. El es el encargado de realizar la tirada, para ello coloca las
monedas siempre flor con flor (cruz con cruz) y las caras hacia fuera. El
lanzamiento debe ser lo más vertical posible, sin que toque el techo pues sería
anulado y dentro de los límites establecidos por el "corro". Si salen
dos caras al caer al suelo ganan los que hayan apostado a caras, si son dos
flores los que por este dibujo se hayan decantado y si sale cara y flor no gana
nadie y se repite la tirada. El jugador que ha actuado como banca puede seguir
lanzando mientras acierte su apuesta y hasta que falle, momento en el cual el
turno pasa a otro jugador.
Las Caras siempre visibles |
Así sucesivamente pueden pasar largas horas en las
noche del jueves, viernes y sábado santos. El final lo pondrá el propio juego y
su participación. No hay límite de tiempo ni de dinero, llegando en ocasiones a
ver cuantiosas cantidades en las apuestas que generan gran expectación entre los
presentes.
En Nava del Rey esta tradición se ha mantenido
viva durante los años y aunque con notoria pérdida de jugadores y de lugares
donde se celebra, a día de hoy es casi visita obligada, al menos para ver el ambiente
en estas noches de Semana Santa.
Una tradición muy unida a la Semana Santa que
desde este blog queremos dar constancia e invitar a comprobar in-situ los
avatares de este juego que comenzó un día con el sorteo de las vestiduras de
Jesús.
(Bibliografia: Domvs Pvcelae:Historias de Valladolid)
Como en la vida real, la banca siempre gana.
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