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viernes, 8 de marzo de 2013

A CARAS VA EL QUE TIRA!!


Un juego de azar tradicional en muchas localidades castellanoleonesas, tiene en Nava del Rey su continuidad. 

Y EN SEMANA SANTA ...LLEGAN LAS "CARAS"


"Los soldados... cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: «No la rasguemos, sino echémosla a suertes, a ver a quién le toca». Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica». Esto hicieron los soldados."

 Evangelio según san Juan 19, 23 - 24

"SED TENGO" Gregorio Fernández
Este pasaje relatado por los evangelistas es  matizado por Juan, que hace hincapié al modo y manera de como sucedieron los hechos. Este motivo, sin embargo, no ha tenido una  producción excesiva en la imaginería semanasantera, a lo sumo a imágenes de relleno en pasos de mayor enjundia (véase Sed Tengo, Gregorio Fernández -Museo Nacional de Escultura de Valladolid-) pero si que enraizó en la cultura popular que rodea la Semana Santa.

 El "sorteo" que los soldados hicieron de las ropas de Jesús fue el germen del hoy popular  Juego de las Chapas o "Las Caras" como también se le conoce.

Un juego de suerte que recreaba con el lanzamiento de dos monedas al aire en búsqueda de la ansiada coincidencia de efigies, caras o cruces (flores, si la moneda acuñaba el lis) y que se instauró como celebración tradicional del pueblo llano que veía en este juego un acto lúdico con el que liberarse de los recogimientos y penitencias de la larga cuaresma.

En Valladolid y su provincia esta tradición se asentó considerablemente, asi como en otros territorios muy marcados por las celebraciones de Semana Santa, pero el transcurrir de los años ha hecho que en muchos de ellos se haya perdido. Las prohibiciones a  que estuvo sometido, hasta 1992 no se hizo "legal" , supuso la desaparición de muchos de los "corros" aunque los mas atrevidos continuaron en la clandestinidad. Hay que recordar que es un juego donde se apuesta dinero y que en sus inicios se hacía en la calle lo que propiciaba en ocasiones alteraciones del orden público incluso peleas.

El sayón lanza las monedas
Así la Junta de Castilla  publicó en el Boletín Oficial (Bocyl) del 23 de enero de 2002 el Reglamento que regula el actual Juego de las Chapas, en el que, entre otras consideraciones, "obliga a mantener obligatoriamente el orden; a su celebración en locales públicos y bares previa solicitud de autorización y pago de una tasa; a jugar cantidades moderadas y admitir únicamente dinero en efectivo, nunca muebles, inmuebles ni animales, para evitar la ruina patrimonial; en el caso de que sea un lugar al aire libre, este debe estar situado a más de 100 metros de un centro educativo; deben estar disponibles por triplicado hojas de reclamaciones para los jugadores del corro; los días autorizados están restringidos al Jueves, Viernes y Sábado Santo de la Semana Santa, concediendo licencias especiales en algunas festividades patronales de localidades donde el Juego de las Chapas es una actividad tradicional."

LA DINÁMICA DEL JUEGO 

Como ya mencionábamos antes el juego consiste en tirar dos monedas con distinto dibujo en cada cara al aire buscando la mayor verticalidad posible en el lanzamiento. Del resultado de la parte que queda visible al reposar en el suelo, estará la ganancia o la perdida.
Según las investigaciones pertinentes, estas monedas vienen siendo dos monedas de cobre de la época de Alfonso XII en cuyo envés y revés llevan acuñadas la cara del monarca y la flor de Lis, estas últimas también denominadas cruces en algunas zonas. 

El "Baratero" coordina el corro formado por los apostantes así como el orden de las apuestas. Igualmente se encarga de repartir las ganancias recibiendo un porcentaje del dinero apostado.

Los jugadores declaran sus apuestas verbalmente  y depositan el dinero en suelo como muestra que aceptan las "normas" y las monedas utilizadas en el juego. Hay un jugador que ejerce de banca y que compite contra en resto del corro que cubre su apuesta. El es el encargado de realizar la tirada, para ello coloca las monedas siempre flor con flor (cruz con cruz) y las caras hacia fuera. El lanzamiento debe ser lo más vertical posible, sin que toque el techo pues sería anulado y dentro de los límites establecidos por el "corro". Si salen dos caras al caer al suelo ganan los que hayan apostado a caras, si son dos flores los que por este dibujo se hayan decantado y si sale cara y flor no gana nadie y se repite la tirada. El jugador que ha actuado como banca puede seguir lanzando mientras acierte su apuesta y hasta que falle, momento en el cual el turno pasa a otro jugador.

Las Caras siempre visibles
Así sucesivamente pueden pasar largas horas en las noche del jueves, viernes y sábado santos. El final lo pondrá el propio juego y su participación. No hay límite de tiempo ni de dinero, llegando en ocasiones a ver cuantiosas cantidades en las apuestas que generan gran expectación entre los presentes.

En Nava del Rey esta tradición se ha mantenido viva durante los años y aunque con notoria pérdida de jugadores y de lugares donde se celebra, a día de hoy es casi visita obligada, al menos para ver el ambiente en estas noches de Semana Santa. 

Una tradición muy unida a la Semana Santa que desde este blog queremos dar constancia e invitar a comprobar in-situ los avatares de este juego que comenzó un día con el sorteo de las vestiduras de Jesús.



(Bibliografia: Domvs Pvcelae:Historias de Valladolid)

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